diumenge, 8 de gener del 2017

Aprender

Abrí los ojos. Eran las 5 de la mañana y me había quedado dormido sobre mis apuntes tras horas y horas de estudio. Procedí a recoger rápidamente las hojas esparcidas sobre la superficie de mi viejo escritorio y ahí la encontré. Una hoja de libreta doblada con cuidado sobre si misma y colocada entre mis notas de clase. La abrí con la delicadeza que el cansancio me permitía y comencé a leer:

"Aprender. La vida es aprender. Aprender a hacerte daño y a curar después tus propias heridas. Aprender a dejar atrás cosas sin olvidarlas y a saber recordar cuando realmente es necesario. Aprender a dejar ir y, a su vez, a conservar sin retener. Aprender a amar aún cuando no es correspondido, a entregarte totalmente y a dejar que te den todo aquello que tienen. Aprender que no eres tan malo ni tampoco tan bueno, simplemente eres tú. Aprender que las relaciones hay que cuidarlas sin descuidarte a ti mismo y que a veces hay que dejar tu zona de confort para hacer feliz a alguien...

Hay tantas cosas que aprender... Y yo aún no las he aprendido. Pese a todo, espero que las aprendas, al igual que yo también espero aprender."

Doblé de nuevo el papel y observé que en la otra cara del papel alguien había escrito algo con una letra casi ininteligible.

"Un verdadero amigo es aquel que cree en ti, incluso cuando tú ya has dejado de hacerlo"

Toqué el colgante que siempre llevaba encima y pensé que seguramente aquello no tendría sentido. 

Excepto para mi.

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